El 19 de diciembre de 2013 empecé a tener complicaciones de salud que incluían visión doble grave, mareos y náuseas. En el transcurso de la semana siguiente, Sarah (mi mujer) y yo visitamos a diferentes médicos y especialistas. Nos explicaron que sufría una "parálisis del sexto nervio", lo que significa que algo estaba afectando al nervio que controla el movimiento de mi ojo derecho. Me programaron una RM el 26 de diciembre.
Al día siguiente, recibí una llamada telefónica que cambiaría inmediatamente nuestras vidas. Me dijeron que tenía un gran tumor en la cabeza que presionaba el nervio situado detrás del ojo derecho. El médico me citó con un neurocirujano una semana más tarde.
El 3 de enero me reuní con el neurocirujano y las noticias que me dio eran las que más temíamos. Me explicó que mi tumor no era benigno, sino canceroso. Se trata de un cordoma, situado en la base del cráneo. El tumor, de cinco centímetros de ancho, está situado entre mis dos arterias carótidas, debajo de la hipófisis y delante del tronco encefálico, por lo que la operación y la radiación son muy arriesgadas debido a todas las estructuras importantes que se encuentran alrededor del tumor.
Durante la semana siguiente, Sarah y yo hicimos todo lo posible por encontrar al mejor médico/cirujano del país para extirpar la mayor parte posible del tumor. Tenemos la esperanza de que se realice una resección total y, a continuación, radioterapia con haz de protones.
Tenemos nuestros días buenos y nuestros días malos. A veces nos preguntamos por qué nos ha pasado esto. Pero tenemos fe en que Dios nos ayudará a superarlo. Tenemos fe en el plan perfecto de Dios y en que Él nos dará la fuerza que necesitamos durante este viaje nuestro. Estamos decididos a vencer este cáncer a través de nuestra fe en Dios, nuestra dieta y nuestro estado físico personal. Somos tan afortunados y bendecidos de tener un apoyo increíble y el amor de amigos y familiares a través de los estados y en todo el mundo.
Estoy muy agradecido y bendecido por una esposa que tiene una fuerza y una esperanza increíbles. Nunca sería capaz de luchar contra esto sin ella. Estamos decididos a vencer esto y lo VENCEREMOS.
Cuéntenos su historia poco común
Contar la historia de su cordoma con sus propias palabras puede ayudar a otras personas de nuestra comunidad a sentirse más conectadas y preparadas para enfrentarse a lo que les pueda deparar el futuro. Le invitamos a compartir sus experiencias y puntos de vista con otras personas, que pueden beneficiarse de saber que no están solas.