Dan Freed, PhD, en los laboratorios de la Fundación del Cordoma
Se necesitan urgentemente nuevas terapias cuando la cirugía y la radiación ya no son opciones apropiadas para el tratamiento del cordoma, que a menudo es resistente a la quimioterapia convencional. La Chordoma Foundation está adoptando un enfoque sistemático para abordar este reto y, en un nuevo artículo de revisión, presentamos algunas ideas sobre cómo la comunidad investigadora del cordoma puede identificar de forma eficiente tratamientos más eficaces y personalizados.
"La investigación del cordoma se encuentra en un punto de inflexión", afirma Dan Freed, PhD, Director de Target Discovery and Translational Research, autor del artículo junto con nuestro Director Ejecutivo Josh Sommer y el Investigador Senior Asociado Nindo Punturi. "Ahora contamos con las piezas fundamentales (una comunidad de investigadores sólida, recursos como muestras tumorales y modelos de la enfermedad, y capacidades como nuestro Programa de Detección de Fármacos) necesarias para avanzar rápidamente en el conocimiento de cómo se comporta el cordoma, cuáles son sus puntos vulnerables y cómo atacarlos", añade. La nueva revisión destaca varias vías de investigación prometedoras que pueden abrir la puerta a mejores terapias:
- Una imagen más completa y significativa de la biología del cordoma. Los perfiles genómicos tradicionales tienen una utilidad limitada en esta enfermedad porque menos del 15% de los cordomas presentan mutaciones genómicas procesables. En su lugar, un enfoque para Comprender el cordoma biología llamada "multi-ómica" integra capas de información, incluyendo y más allá de los genes - como el ARN y proteínas - para crear una visión completa de los sistemas biológicos que alimentan el crecimiento del tumor. En última instancia, esto podría ayudar a comprender mejor los procesos que impulsan los tumores de cordoma, cómo difieren los tumores entre individuos y qué pacientes tienen más probabilidades de beneficiarse de los distintos tratamientos. Con este fin, actualmente apoyamos una cartera de proyectos complementarios de multiómica (por ejemplo, en NYU Langone Health y la Universidadde Minnesota y el Centro Alemán de Investigación del Cáncer) y estamos preparados para hacer un seguimiento de sus hallazgos a través de nuestro Programa de Detección de Fármacos.
- Inmunoterapias. Las inmunoterapias han revolucionado los tratamientos para ciertos tipos de cáncer, y varios enfoques de inmunoterapia pueden beneficiar también a los pacientes con cordoma. Para saber cómo desplegar las mejores inmunoterapias en las situaciones adecuadas, es necesario comprender mejor el panorama inmunológico del cord oma, algo que algunos de nuestros actuales becarios están llevando a cabo.
- Terapias combinadas. El uso combinado de varios fármacos puede aumentar sinérgicamente la magnitud y la duración de la respuesta al tratamiento, y la identificación de combinaciones terapéuticas eficaces puede ser la clave para promover un control duradero y a largo plazo de la enfermedad. Además de las estrategias que estamos aplicando actualmente a través de nuestra Iniciativa de Reutilización de Fármacos, el nuevo artículo sugiere nuevas estrategias, como los experimentos denominados "anchor screens", que pueden ayudarnos a comprender cómo se produce la resistencia terapéutica y a identificar combinaciones de fármacos que podrían ser eficaces contra el cordoma.
- Avanzar en el descubrimiento de fármacos contra la braquiuria. La braquiuria, el principal talón de Aquiles del cordoma, pertenece a una clase de proteínas que tradicionalmente se han considerado "intratables". Sin embargo, los intentos de descubrir fármacos contra la braquiuria avanzan a buen ritmo. El nuevo artículo sugiere nuevas vías potenciales para interferir en la función de la braquiuria. (Y si estos esfuerzos tienen éxito, los fármacos resultantes podrían reutilizarse para cánceres más comunes en los que está implicada la braquiuria, como los de mama, pulmón, próstata y colon).
Vemos un futuro en el que estos esfuerzos podrían cruzarse para emparejar a los pacientes adecuados con los tratamientos adecuados: por ejemplo, un paciente sometido a cirugía podría tener un perfil de su tumor para predecir el pronóstico; si tiene un alto riesgo de recidiva o metástasis, sus médicos podrían designar los tratamientos con más probabilidades de funcionar contra su subtipo particular de cordoma en caso de que su tumor reaparezca - una estrategia que se ha demostrado con éxito en el cáncer de mama, por ejemplo.
"Algunos de los enfoques que comentamos en nuestra revisión están muy avanzados, y en otros apenas estamos empezando a pensar", dice el Dr. Freed, "pero estamos en el camino de poder tratar el cordoma de formas mucho más sofisticadas y personalizadas." Y añade: "A medida que la comunidad investigadora identifique estrategias terapéuticas prometedoras, nuestras capacidades dentro de Chordoma Foundation Labs permitirán que los nuevos tratamientos se encaminen hacia la clínica con más eficacia que nunca."
El artículo forma parte de un número especial de Frontiers in Oncology dedicado a los avances contra el cordoma.
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