En 2010, tras mi primera operación cerebral, me diagnosticaron un cordoma clival, un cáncer de hueso poco común dentro del cráneo. Decir que mi vida cambió en un instante es quedarse corto. Doce años después, tras diez operaciones, radioterapia y gracias a un increíble equipo de médicos de Seattle, Boston y Nueva York, ¡estoy agradecida, feliz y esperanzada!
Los cordomas son un cáncer de hueso poco común que se da en una de cada millón de personas. Se encuentran dentro del cráneo, en el cuello o en cualquier parte de la médula espinal. El Equipo Beth se esfuerza por avanzar en la investigación, los tratamientos y la posible cura de los cordomas.
Desde el primer día en esta batalla, mi "equipo" estuvo a mi lado: tuve el apoyo de mi familia, amigos, vecinos y compañeros, todos animándome. Sin mi equipo no estaría donde estoy hoy: cada risa, cada lágrima, cada tarjeta, cada oración y cada correo electrónico me llegaron al corazón y me fortalecieron para superar cada día.
En honor a todos los que me apoyaron, nació el Equipo Beth, que lucha para curar los cordomas: ¡¡¡No dejes de creer!
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