Una prueba de patología especializada puede ayudar a los pacientes con base del cráneo y a sus médicos a decidir si es necesaria la radiación tras la cirugía
Un equipo de neurocirujanos y colegas del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh acaba de publicar un nuevo estudio(PDF) que demuestra que los pacientes recién diagnosticados de base del cráneo cuyos tumores tienen un bajo porcentaje de determinados marcadores genéticos pueden renunciar a la radiación si se les extirpa todo el tumor durante la intervención quirúrgica.
El equipo de investigación, dirigido por el Dr. Georgios Zenonos, utilizó una prueba denominada hibridación fluorescente in situ (FISH) para buscar la presencia de determinados marcadores genéticos en las células tumorales de más de 150 adultos con cordomas de base del cráneo. Partían de la hipótesis de que identificar el porcentaje de células tumorales de un individuo con estos marcadores genéticos puede ayudar a determinar la necesidad de tratamientos posteriores, como la radioterapia tras la cirugía.
¿Qué es la hibridación fluorescente in situ?
Lahibridación fluorescente in situ (FISH ) es un método para detectar y localizar una secuencia específica de ADN en un cromosoma utilizando un colorante fluorescente. Al observar el tejido tumoral de un individuo al microscopio, un patólogo puede ver la presencia de secuencias de ADN -también conocidas como marcadores genéticos- debido al tinte fluorescente unido a ellas. Este método de análisis está disponible en los laboratorios de patología de la mayoría de los centros médicos académicos y centros oncológicos y puede realizarse tanto en tejido tumoral fresco como en muestras incluidas en parafina.
¿Qué marcadores genéticos estudiaron?
El Dr. Zenonos y su equipo utilizaron el método FISH para buscar deleciones o reordenamientos en pequeños tramos de ADN en los tumores de 152 adultos con cordoma de base del cráneo. En concreto, buscaron deleciones de los cromosomas 1p36 y 9p21, que anteriormente se había informado que se habían eliminado o "perdido" en algunos cordomas.
¿Qué determinaron los investigadores a partir de los resultados?
Tras combinar los datos sobre el porcentaje de células tumorales sin los cromosomas 1p36 y 9p21 y los resultados de los pacientes a lo largo del tiempo, los investigadores pudieron agrupar a los pacientes en tres grupos de riesgo: bajo, intermedio y alto. Los pacientes con un porcentaje menor de deleciones se incluyeron en el grupo de bajo riesgo, ya que los investigadores determinaron que estos pacientes solían evolucionar mejor con el tiempo que los demás. A medida que aumenta el porcentaje de deleciones, aumenta el riesgo de malos resultados.
A continuación, los investigadores analizaron estos resultados junto con los datos sobre si se había logrado una resección (o extirpación) completa del tumor (también denominada resección total gruesa o RTG) y si los pacientes habían recibido radioterapia tras la intervención. Sus hallazgos les llevaron a concluir que hay algunos pacientes que se benefician decididamente de tratamientos como la radiación tras la cirugía. Esto incluye a todos los pacientes del grupo de alto riesgo, así como a los pacientes del grupo de riesgo intermedio en los que no se logró la RTG. Sin embargo, en el caso de los pacientes de la base del cráneo de los grupos de riesgo bajo e intermedio, los investigadores determinaron que, si se lograba la RTG, la radiación podía no ser necesaria y que la vigilancia estrecha tras la cirugía era una opción.
Sólo había un paciente en el grupo de bajo riesgo que no tenía RTG, por lo que no había datos suficientes para determinar una asociación entre la radiación y la supervivencia. Por este motivo, los investigadores no pudieron hacer ninguna recomendación sobre la radioterapia para los pacientes del grupo de bajo riesgo cuando no se consigue la RTG. Los pacientes de esta categoría deben hablar con su equipo de tratamiento sobre la radiación frente a la vigilancia estrecha.
Propuesta de vía para tomar decisiones sobre la radiación
¿Qué significan estos resultados para los pacientes?
Para los pacientes de la base del cráneo que tienen prevista una intervención quirúrgica o que han sido operados recientemente pero aún no han recibido radiación, esta nueva prueba puede ayudar a determinar si es probable que la radiación reduzca el riesgo de recidiva (o recurrencia) o de crecimiento tumoral continuado. Los pacientes deberían considerar la posibilidad de hablar con sus médicos sobre cómo esta prueba podría ayudar a orientar la decisión de someterse a radiación después de la cirugía.
Consulte a continuación la información sobre cómo solicitar la prueba.
¿Cómo puedo solicitar esta prueba?
El panel FISH puede realizarse en la mayoría de los laboratorios de patología de centros médicos académicos y grandes centros oncológicos. Si está interesado en someterse a esta prueba, informe a sus médicos sobre el reciente artículo(PDF) del Dr. Zenonos y solicite que se realice la prueba FISH descrita en el artículo en una muestra de su tumor. Sus médicos también pueden ponerse en contacto con el Dr. Zenonos si necesitan ayuda, en zenonosg2@upmc.edu. Nuestros asesores de pacientes también están a su disposición para hablar con usted sobre esta prueba y ayudarle a resolver sus dudas.
¿Qué más debo tener en cuenta sobre esta prueba?
Es importante tener en cuenta algunas cosas:
- Independientemente del grupo de riesgo, la resección total gruesa (RTG) se asocia a mejores resultados. La RTG debe ser siempre el objetivo de la cirugía de los cordomas de base del cráneo si puede lograrse sin un riesgo inaceptable.
- Se trata de una prueba nueva que hasta ahora sólo se ha estudiado en un centro médico. Aún no se sabe si los resultados pueden o deben aplicarse a todos los pacientes con cordoma de base del cráneo. Con el fin de validar la utilidad de la prueba, otros centros médicos están planificando sus propios estudios, con pacientes adicionales, para confirmar los hallazgos del equipo del UPMC.
- Este estudio concreto sólo incluyó a pacientes de la base del cráneo. Se necesitan más estudios para determinar si los mismos biomarcadores predicen los resultados en pacientes con tumores localizados en otras zonas de la columna vertebral.
- Existen factores adicionales asociados al pronóstico. Futuras investigaciones que combinen estos biomarcadores con otros podrían proporcionar un valor predictivo aún mayor.
Escuche a los médicos que realizaron este estudio
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