Cuando Sue Johnson pensó en cómo celebrar su tercer aniversario sin cáncer, se mostró pragmática. Esta superviviente de cordoma y casada, madre de tres hijos, sabía que quería recaudar fondos para la investigación del cordoma, pero un dolor crónico de espalda le impedía correr o caminar en uno de esos actos tan comunes para recaudar fondos.
" ¡Puedo nadar!" Sue se dio cuenta... y así nació la recaudación de fondos. Sue pidió a amigos y familiares que la patrocinaran mientras nadaba 1.000 vueltas -unas 33 millas- en su piscina local en los suburbios de Washington, DC. Esta veterana del ejército incluso abrió un blog(aswimforsue.blogspot.com) para que sus seguidores pudieran seguir sus progresos. Nada cinco días a la semana y completó la última vuelta el 16 de diciembre de 2011, tercer aniversario de su operación para extirparle el cordoma de la columna lumbar. El objetivo de Sue era recaudar tres dólares por vuelta, para un total de 3.000 dólares destinados a la investigación a través de la Chordoma Foundation. Superó su objetivo y recaudó más de 3.200 dólares.
Sue conoció la Fundación del Cordoma después de que su médico le planteara la posibilidad de que el tumor que tenía en la parte baja de la espalda fuera un cordoma. Tras varias semanas de pruebas, esa posibilidad se hizo realidad. Sue, que vivía en el Estado de Washington, acudió al M.D. Anderson Cancer Center de Texas para recibir tratamiento. Finalmente, cuando su familia se trasladó a la Costa Este, pudo asistir a la Conferencia anual de la Comunidad de Cordoma de la FQ.
"Ir a la conferencia fue aleccionador, pero al mismo tiempo muy edificante y positivo. Realmente consolidó mi deseo de participar en la Fundación", recuerda Sue. "Conocí a médicos e investigadores y aprendí lo importante que es el intercambio de información y la colaboración para avanzar más rápidamente en el tratamiento del cordoma y otros tipos de cáncer. Y como alguien que nunca antes había participado en la recaudación de fondos, fue realmente interesante ver a dónde va tu dinero cuando donas. Por eso decidí arriesgarme y recaudar dinero para la investigación que apoya la Fundación. De lo contrario, pensé, sería desperdiciar una experiencia vital. Además, ¡sentía que podría explotar si no intentaba hacer algo por la causa!".
Cuéntenos su historia poco común
Contar la historia de su cordoma con sus propias palabras puede ayudar a otras personas de nuestra comunidad a sentirse más conectadas y preparadas para enfrentarse a lo que les pueda deparar el futuro. Le invitamos a compartir sus experiencias y puntos de vista con otras personas, que pueden beneficiarse de saber que no están solas.