Lucas nació en mayo de 2004, el menor de tres hermanos mayores, Jordan y Connor. Pasó el control de las 6 semanas, pero dos semanas después empezaron a ocurrir pequeñas cosas.
Nos dijeron que le estábamos comparando con sus hermanos y que todo iba bien. Lucas tenía dolores de hambre y empezó a perder peso. Tenía el ojo crepuscular, pero no se le hizo caso. Vimos a un médico que dijo que si Lucas perdía más peso, tendría que hacerle pruebas.
Perdió más peso y lo enviaron al Princess Royal Hospital de Telford. Le hicieron pruebas y todas salían bien. Pasaban los días, pero parecían semanas. Un médico vino y dijo que la única prueba que se les ocurría era una RM, pero que para ello había que sedar a Lucas. La programaron para tres días después.
La RM reveló un tumor cerebral. Nos trasladaron en ambulancia al Hospital Infantil de Birmingham. Al llegar, el personal y los cirujanos vinieron enseguida. Le pusieron una derivación temporal.
En 24 horas, se drenó tanto que volvieron a llevar a Lucas para hacerlo permanente. Nos llevaron a una sala aparte y nos dijeron que Lucas tenía un cordoma, un diagnóstico poco común. Nos explicaron que el pronóstico no era bueno. El teléfono no paraba de sonar con hospitales de todo el mundo que querían tratar a Lucas y hacer todo lo posible.
Decidimos quedarnos en Birmingham, donde estuvo bajo su cuidado hasta que, por desgracia, lo perdimos. Lucas tuvo muchas operaciones, todas bajo el cuidado del Sr. Solanki - un hombre que construyó una relación increíble con Lucas, que salió del teatro para ver a Lucas con su familia, a quien amaremos para siempre.
Lucas se sometió a quimioterapia, y la primera ronda se administró a la edad de 12 semanas, en septiembre de 2004. Nos dijeron que Lucas nunca caminaría ni hablaría, pero Lucas hablaba, y vaya si lo sabíamos. Caminaba con un andador rodante y recibió el apodo de "Speedy".
Lucas tuvo un protocolo de cuidados compartidos con el Hospital Royal Shrewsbury después de pasar seis meses en el hospital. Estamos eternamente agradecidos a Jackie Hynds y sus colegas. Lucas sería monitorizado con escáneres regulares. Un año antes de perderlo, recibió radioterapia y, como el soldado que era, la superó.
Le hicieron un escáner en mayo de 2017, pero nunca nos lo leyeron. Perdimos a Lucas el 31 de agosto de 2017. El escáner de mayo debería haber revelado lo mal que estaban las cosas y que ya no se podía hacer nada más. Realmente nos sentimos defraudados al final y creemos que nos descuidaron.
La vida cambia, avanza, pero de alguna manera, estamos atascados donde terminó su vida. Lucas tiene ahora un sobrino: Reuben Lucas. Siempre le contaremos a Reuben todo sobre Lucas.
El funeral de Lucas estaba tan lleno que había gente fuera que no podía entrar. Lucas tenía mucho que ver con la Real Legión Británica y, al más puro estilo Lucas, tuvo una despedida de soldado con gaitas.
Lucas ha contribuido a cambiar la vida de las personas a las que en el futuro se les diagnostique un cordoma. Estuvimos de acuerdo en que se tomaran muestras y él ha formado parte de varios escritos. Lucas siempre brillará como la estrella que era y es.
Siempre será el Sr. Maná de su madre, y sólo habrá un Lucas Harris.
- Kerry Odowd, madre de Lucas