Braquiuria: el talón de Aquiles del cordoma
La braquiuria es una proteína codificada por el gen TBXT, un gen que todo el mundo tiene en cada célula de su cuerpo. La proteína braquiuria es de vital importancia durante el desarrollo embrionario y normalmente se desactiva tras el nacimiento. Sin embargo, vuelve a activarse en diversos tumores, entre ellos el cordoma. En algunos tumores, como los de mama, pulmón, colon y próstata, contribuye a la metástasis, la resistencia al tratamiento y los malos resultados. En los cordomas, la braquiuria no sólo contribuye al mal comportamiento, sino que es el motor clave de la enfermedad. Las investigaciones de laboratorio han demostrado que la desactivación de la braquiuria en las células de cordoma las incapacita para la proliferación y las hace propensas a la muerte.
Creación de fármacos contra la braquiuria
Numerosos estudios señalan que la braquiuria es el factor clave del cordoma, su principal vulnerabilidad y la diana farmacológica más prometedora. Además, como la braquiuria no está presente en el tejido humano normal, las terapias dirigidas a ella podrían, en principio, controlar el cordoma sin causar daño a los pacientes. Sin embargo, la braquiuria pertenece a una clase de proteínas denominadas factores de transcripción que históricamente se han considerado dianas farmacológicas difíciles, a menudo descritas como "intratables". Afortunadamente, una confluencia de tecnologías emergentes tiene el potencial de superar las barreras que dificultan el tratamiento farmacológico de esta importante clase de dianas, y de poner a nuestro alcance fármacos contra la braquiuria.
El objetivo de nuestra Iniciativa para el Descubrimiento de Fármacos contra la Braquiuria es poner a disposición de los pacientes con cordoma y otros cánceres todas las tecnologías posibles para que puedan acceder lo antes posible a terapias dirigidas contra la braquiuria.
Estamos trabajando para conseguir las primeras terapias dirigidas a la braquiuria iniciando e invirtiendo estratégicamente en una cartera de proyectos de descubrimiento de fármacos que persiguen diversas modalidades terapéuticas. Inicialmente, estamos dando prioridad al desarrollo de degradadores de proteínas dirigidos e inhibidores de moléculas pequeñas, y al mismo tiempo explorando la viabilidad de modalidades adicionales como moléculas pequeñas dirigidas al ARN, oligonucleótidos antisentido, DARPins y otros. Paralelamente, estamos invirtiendo en investigación para desarrollar una comprensión crítica de la función de la braquiuria, y para desarrollar recursos esenciales que permitan la I+D, incluyendo las herramientas necesarias para identificar nuevos candidatos a fármacos y probar sus efectos sobre la braquiuria.
Ayude a hacer realidad los fármacos contra la braquiuria
Si algo tiene de afortunado el cordoma es que la investigación ha revelado que tiene una vulnerabilidad clave -un talón de Aquiles- de la que depende totalmente para sobrevivir. Y esta vulnerabilidad, llamada braquiuria, no está presente en la mayoría de las células normales, lo que significa que los fármacos contra ella podrían detener el cordoma sin dañar al paciente. Recientes avances científicos han despejado el camino para el desarrollo de fármacos contra la braquiuria. Ahora se necesita más inversión filantrópica para que estos compuestos avancen lo más rápidamente posible hasta el punto en que puedan ser autorizados por empresas que los lleven a ensayos clínicos.